lunes, 11 de julio de 2016

EL CUERPO Y OTRA COSA, Darío Jaramillo Agudelo




El cuerpo y otra cosa
Darío Jaramillo Agudelo
Editorial Pre-Textos
Valencia, 2016




           Darío Jaramillo (Antioquia, 1947) es uno de los mejores poetas no sólo de la "generación desencantada" sino de la segunda mitad del siglo XX. Es el gran renovador de la poesía amorosa colombiana. Su obra poética se caracteriza por un marcado corte intimista. También ha destacado como narrador y ensayista. Ha desempeñado cargos culturales en organismos estatales y es miembro de los consejos de redacción de la revista Golpe de Dados y de la fundación particular Simón y Lola Guberek. Su obra poética está contenida en las siguientes publicaciones: Historias (1974), Tratado de retórica que le valió el Premio nacional de poesía en 1978, Poemas de amor (1986), Antología poética (1991), Cuánto silencio debajo de esta luna (1992) o Gatos (2005).

           Parece que el día se vuelve una tarde de otoño cuando nos sentamos a leer a Darío Jaramillo. La música que él escucha no es sanadora como en otros casos sino que acompaña a su melancolía, a su resignación, a su vista (quizá) cansada. Junto a aquélla, el poeta nombra al tiempo y al silencio. Son los ecos de su vida, las ciudades, los paisajes que vio y visitó. Son sus pies que ya andan solos hacia ningún destino establecido.

           El cuerpo y otra cosa es un canto al paso del tiempo, de los años, a la llegada de la edad última: "Intuyo otra manera de llevar el tiempo." Parece como si la vejez le llegara al colombiano por sorpresa, como si todo estos años no hubiera sido consciente del paso del tiempo, y lo acoge con dolor, con aflicción, con pena. Y en última instancia lo acepta. Sabe que, como en el amor, no hay marcha atrás, no existe un camino de vuelta que nos lleve a los momentos más importantes, a los instantes de máxima fruición. Incluso en los lugares donde ha sufrido le valdría. Pero no es sólo una melancolía psicología sino también física. Nota cómo su cuerpo no es el mismo que hace algunas tardes ya lejanas, que su piel le va contando historias pasadas y que, sin embargo, hay otras que no reconoce: "Pero no es ése el que ahora importa, es el cuerpo distinto sin los dolores nuevos."

           Darío Jaramillo hace un ejercicio de confesión en El cuerpo y otra cosa. Se pregunta "¿Cuánto silencio quedaré debiendo?"y es que puede que pretenda que su poesía sea en cierto modo las respuestas de todo aquél que se haga mayor sin darse cuenta y se pregunte por qué. El silencio no calma, no retrocede a otros mundos, pero es la respuesta a muchas cuestiones. El poeta una vez consigue que nos adentremos en su vida, que seamos testigos de sus sentimientos que más le inquietan, que seamos partícipes de algo que compartimos todos: la alfombra de seda y charcos que atravesamos cada día sin darnos cuenta.


10


El cuerpo inventa el bien y el mal, el cuerpo nunca permanece,
Proteo eterno, el cuerpo divide sus horas entre gozo y dolor, entre
vigilia y sueño,
el cuerpo impone el amor y lo padece y explota con él, traspasa
límites.
El cuerpo está hecho de tiempo.

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